Saturday, 31 March 2012

El Misterio de La Corporeidad

Es característico de nuestra cultura contemporánea el re descubrimiento de la problemática de la corporeidad. La Biblia no conoce el dualismo entre el espíritu y la materia y considera al hombre como un ser unitario. Tenemos que pensar de nuevo los lugares comunes de nuestra cultura que son diferentes a las culturas de los hombres del primer milenio antes de Cristo. En el Antiguo Testamento para hablar del cuerpo del hombre utiliza el término "basar" que significa carne con el contenido de vida, de alma y de corazón. Carne en la Biblia significa entonces lo que se ve del hombre, su condición física. De esta forma en el Nuevo Testamento cuerpo o carne significa la visible del hombre pero en especial la debilidad y por tanto la pecaminosidad que de manera precisa significa el deseo de contraponerse a Dios.
Vean entonces cómo quien quiera auto salvarse o en nuestro lenguaje auto realizarse confiando en su sabiduría y en sus propias cualidades es un hombre que camina exclusivamente según la carne, es un hombre carnal, por el contrario quien se pone en las manos de Dios, quien centra su salvación en el Señor es un hombre que camina según el espíritu, por eso la carne como carne no es mala, sino lo que el hombre decide frente a Dios.
El cuerpo revela la belleza y la fuerza: En la manera literaria de expresarse la Biblia no es la belleza de la mujer ni los músculos del hombre lo que interesa, en una palabra la belleza no es una señal para conocer y valorar una persona, de ahí que el ciego no está en pecado por ser ciego, ni el leproso.
Veamos cómo la desobediencia provoca una apertura del conocimiento, se les abrieron los ojos y se siente contradictorio y se siente desnudo es decir no tiene cómo cubrirse La sexualidad es un fenómeno demasiado complejo para analizarlo en forma simplista, pues lo que aparece como una pulsión apasionada e incontrolable tiene mucho contenidos y muchos condicionantes ya que es una fuerza que está metida en todos los mecanismo biológicos y compromete los niveles psíquicos, afectivos, espirituales y sociales de toda persona. La sexualidad utiliza el lenguaje de la ternura, del amor y puede desencadenar agresividad y violencia, la sexualidad busca el encuentro y la comunión pero a veces no respeta la diferencia de los demás. La sexualidad es sin duda una expresión de gozo y de alegría pero casi siempre cae en la tristeza y en el fracaso.
Vivimos en una sociedad donde todo lo relacionado con el sexo se fundamenta en muchas visiones y por eso cada persona vive y piensa y siente en forma diferente su sexualidad. Nosotros no hemos sabido trasmitir un mensaje de estima y de aprecio por la sexualidad y por tanto el sexo se ha convertido en una obsesión. Muchos quisieran hacer de la persona un espíritu sin sexo que esclaviza o también un sexo que no depende del espíritu.
No se trata tampoco de hacer educación sexual pues por ejemplo no podemos quedarnos conociendo la compleja estructura anatómica de los ojos ya que sólo entenderemos el auténtico significado de ellos cuando estemos frente a unos ojos llenos de ternura y por más que comprendamos la perfecta estructura de las manos no podremos entender el profundo significado de los que son sino cuando sintamos el cariño de una caricia, por eso la mirada y la mano de una persona no son solo para mirar o tocar sino que deben manifestar el cariño oculto que hay en el corazón.
De esta manera el cuerpo queda elevado a una categoría superior al simple sexo. Mirar una persona sin sentir cariño en el corazón por ella es solo expresión de una pulsión, mirarla con cariño y amor es expresión de una sexualidad integral, pues lo que vale, lo que importa es el mensaje que nace del corazón, porque el corazón tiene razones que la razón no entiende. La supremacía de la persona va más allá de la pura biología corporal y el cuerpo es un camino que no acaba en el gozo de una posesión, por eso la vida sexual no se agota ni se centra en la genitalidad o el ejercicio del sexo.
La entrega corporal es la fiesta del amor, es el encuentro de dos personas que se han ofrecido el corazón para compartir con totalidad su existencia, de ahí que es necesario prepararse para vivir esa entrega y que no aparezca como una simple pasión de los cuerpos.
Que el amor no se espiritualice de tal forma que olvide la pasión y la fiesta pero tampoco que el amor se apasione y se degrade de tal forma que olvide la superioridad del espíritu y del corazón. Solo el cariño consigue cerrar cualquier herida humana y borra hasta el dolor de la insatisfacción. El arte de amar no es fácil de aprender en este ambiente en que vivimos en el cual no nos interesa conocer a fondo a las personas. No es posible olvidar en la escuela de la vida, la asignatura llamada, " arte de amar" pues si olvidamos esa asignatura la sexualidad cae en la vulgaridad y en la insignificancia y se convierte en un simple ejercicio de la genitalidad.

Tuesday, 13 March 2012

AMAR UN MISTERIO QUE HACE LA COMUNIDAD

La Palabra Amor es de las más desprestigiadas, porque tiene muchos sentidos, y todo el mundo sinceramente hablando la experimenta pero de diversas maneras. Ama el dictador a sus cómplices y el demonio a sus ángeles; ama el Varón a la Mujer y también a la prostituta; ama el héroe la patria y el avaro su dinero. El amar es un misterio para descubrir.

Pero la catequesis popular y en lenguaje laical se habla de un amor Ágape y otro amor Eros. La relación con otra persona puede ser de egoísmo; puedo buscarme a mí mismo en el otro. Eros es considerado como signo de colocar al otro como mediación para mi proyecto es la amistad hedónica o placentera, en la que coloco al otro como medio para mis goces. En cambio, Ágape es considerada como un amor muy especial. Es aquel amor al otro como otro, por él mismo y no por mí, con respeto de justicia hacia su persona en cuanto ella. Esa es el amor al otro en cuanto a su propia realización, aunque de ello yo mismo no saque nada. El otro como otro, es el objeto del amor que puede incluso exigir dar todo por él.

El amor al otro como otro es encanto, belleza, bondad, sentir, consentir, palpar… es don de sí mismo, es una entrega, opción sin retorno. Es relacionarse persona a persona y no por lo que lo que ella tiene sino por su ser. Es decir persona relacionada. Los extremos de la relación práctica son personas. Bueno voy aclarar lo que entiendo por persona; persona en este caso, refiero estrictamente solo cuando uno está en relación de la praxis, o mejor dicho una persona es persona sólo cuando está ante otra persona o personas. Cuando está sola ante la naturaleza cósica en cierta manera deja de ser persona sino Cosa y la persona se cosifica.

Volvamos ahora a la persona en relación, hablar de relación persona a persona o mejor dicho cara a cara es cuando se piensa en dos personas, algo vago y abstracto. Entonces, históricamente hablando en el cara a cara del amor de justicia o caridad. Cuando una persona ama a otra con amor de justicia quiere su bien, querer el bien del otro aunque ello me cueste todo. Si por su parte el otro me ama de igual manera nuestro amor entonces es mutuo. Este amor mutuo de querernos el bien, ambos por el otro y no por sí es el amor pleno y solo en este caso caridad. La amistad de los muchos que, dispersos, se reúnen, siendo primero montón, (como en caso de los religiosos y religiosas que provienen de diversas trasfondos antes de ingresar a sus comunidades),y se reúnen en el cara a cara de la unidad, es lo que puedo denominar como comunidad. La comunidad es la que tiene todo en común a pesar de sus diferencias. El montón se hace comunidad, se hace pueblo. En la comunidad todos son personas para personas; las relaciones son prácticas, y la praxis es de amor de caridad: cada uno sirve al otro por el otro mismo en la amistad de todos en todo. Por ello todo es común. En la comunidad es el lugar privilegiado donde la individualidad se realiza plenamente en la plena comunicación comunitaria.