Wednesday, 22 November 2017

MORAL DESDE LA PERSPECTIVA RELIGIOSA.

1. INTRODUCCION

Presentar una moral hoy en día tiene sus riesgos porque muchas han sido las críticas que se han dado a la moral cristiana, en especial a los manuales clásicos que resultan insuficientes e inadecuados para dar respuesta a la sociedad actual. Pero, es a partir del Concilio Vaticano II que se abrió la puerta para la reforma de la moral. Tradicionalmente, la moral presentaba los criterios básicos para la valoración de la conducta cristiana desde unos principios generales. Actualmente se habla de una pluralidad que trae consigo un rechazo generalizado a vivir desde normas impuestas que no se comprenden, y por el contrario el sujeto moral desea tener una explicación para saber no sólo el cómo, sino el por qué tiene que actuar de una manera determinada. Aunque no guste mucho, ya se superó la etapa en que las normas de conducta se aceptaban por la autoridad de quien las imponía, pues una ética no puede ser buena por el simple hecho de ser mandada.

Por otro lado, tampoco se puede, como creyentes, renunciar a la dimensión religiosa de nuestra conducta. Una ética puramente natural marginaría aspectos esenciales de la fe, la revelación de Dios y el evangelio de Jesús, y éstos no son datos marginales o secundarios de la moral cristiana. Por ello, se ve la necesidad de armonizar ambas dimensiones –la humana y la religiosa-, pues en el hoy hay una exigencia de que la moral no pierda su carácter trascendental y al mismo tiempo que sus contenidos sean razonables y comprensibles para el hombre y la mujer actual. En este sentido, en el presente texto se presenta en primer lugar el estado de la moral. Después se plantea el lugar teológico de la moral. Luego, se comenta la base antropológica de la moral cristiana y el seguimiento de Cristo. Y finalmente se reflexiona sobre algunos contenidos fundamentales de la moral.

2. Estado actual de la moral

1.1 ¿De dónde venimos?

La historia de la humanidad nos habla de diferentes épocas donde el ser humano ha vivido la actividad moral con diferentes acentos; aunque no podemos abarcar todo el conjunto, existen algunos aspectos más relevantes en las diferentes épocas de la historia israelita y cristiana y son:

Antiguo Testamento: En la época anterior a la monarquía, la moral estaba vinculada al valor social, la fidelidad al único Señor a través de la ley del Sinaí, el Decálogo. En la época monárquica, está la experiencia de guías carismáticos, el rey y el templo, con lo que se introducen mediaciones explícitas para el cumplimiento de la ley. Durante el profetismo se busca la conversión moral y la coherencia de vida. Y en el exilio y posexilio, se exalta la comunión con Dios como medida de la justicia a partir de la obediencia a la Torah; las escrituras son la fuente principal del conocimiento moral y sus preceptos abarcan todas las situaciones de la vida pues son considerados de inspiración divina.

Nuevo Testamento: La comunidad cristina centra su fe en el Kerygma. Jesús de Nazaret es proclamado como el Cristo y por tanto toda su vida, gestos, palabras, enseñanzas y decisiones constituyen la base de la moral cristiana de la primera época.

Época patrística: Se rechaza el legalismo de la ley judía, se introduce el cristianismo en el mundo helénico y es allí donde la motivación de la moral es cristocéntrica, la cual tiene como referencia a la gracia dada en Cristo.

Época del Renacimiento: Aunque se continúa el espíritu de los Padres, hay una conversión a la penitencia privada, se crean los libros penitenciales y se introduce la casuística: cada culpa tenía su penitencia. La moral se vivía en una especie de mínimo legal, que llevó a una división entre fe y moral.

Época del Concilio de Trento: Por la reforma protestante se propone una vuelta a las fuentes de la Sagrada Escritura. A nivel moral se ratifica el sacramento de la penitencia, formulando la moral entorno a los diez mandamientos y con el esquema de estos se redactan otros manuales para los penitentes. Continúa un espíritu de legalismo.

Época del Concilio Vaticano II: El Vaticano II se pronuncia a favor de una renovación de la moral, invita a compaginar los conocimientos de las otras ciencias y doctrinas con la ciencia sagrada para que se busque el modo más apropiado de comunicar la doctrina cristiana .

1.2 ¿Dónde estamos?

La historia de la humanidad nos pone de relieve como la Teología Moral se enfrentó con los pensamientos y desafíos de cada época. Actualmente se habla que la moral está en crisis: Por un lado tiene que ver con el derrumbe de los valores perennes, ligados a esquemas ya superados; y por otro lado, a una evolución en cuanto a la búsqueda de valores o una distinta expresión de los valores perennes.

Entonces, la reflexión moral no se puede hacer lejos del contexto en la cual se inscribe porque su análisis está condicionado por el ambiente histórico. La moral actual es fruto de una sociedad que está en constante evolución y que también tiene serios retos en su constitución, como son: las ciudades convertidas en metrópolis, aquejadas por la sobrepoblación, que tienen diferentes rostros: el asalariado, el desempleado, el barrio rico y el barrio de la periferia, todo esto aumentan las diferencias, con bastantes excesos en Latinoamérica. Las instituciones tradicionales de la sociedad (política, matrimonio, Iglesia) están bajo sospecha. Se ha dado el avance en los roles de la sociedad destacando el papel de la mujer. La tecnología permite mayores progresos en la comunicación, aunque son unos pocos los que pueden disfrutar de esto. A esto se añade el sistema neoliberal y el la creciente separación mundial entre norte y sur que cada vez deja más pobres y más diferencias. Las ideologías tradicionales no satisfacen a las personas y cada vez se buscan nuevos paradigmas, pero, al mismo tiempo se encuentra la conciencia más viva de la dignidad de toda persona.

Estamos viviendo un tiempo de grandes y acelerados cambios que claman por respuestas a preguntas que desestabiliza la seguridad. Aquí, el cristiano se plantea el interrogante de su identidad: ¿Cómo tiene que vivir? ¿Qué tiene que aportar un cristiano a esta sociedad? Preguntas que han conducido a nuevos frutos a nivel moral; es decir, “en estos últimos tiempos la reflexión moral ha evolucionado desde lo especulativo hacia lo práxico, desde el interés por lo lícito hacia la responsabilidad de la conciencia en un tiempo de profundos cambios, desde una ética centrada en la perfección del individuo hacia la formación de personas que se comprometen con la humanización de la sociedad mediante acciones concretas” .

En la actualidad se destacan las diferentes líneas de fuerza en el discurso de la moral cristiana, las cuales están centradas en: la Persona de Jesús; la apertura al Espíritu y su presencia en la historia; una moral que invita a la conversión porque no niega la realidad del pecado; la finalidad de la moral que es la liberación de la persona y la búsqueda de su humanización; reconocer la responsabilidad humana y preocuparse por las situaciones históricas; la opción preferencial por los pobres, donde el análisis específico del continente Latinoamericano, el cual no pretende excluir a nadie, prioriza la opción solidaria por la praxis cristiana en este continente.

2. El lugar teológico de la moral

2.1 Moral vs Ética

Los términos ética y moral están sujetos a diversos convencionalismos en donde cada autor, época o corriente filosófica se refieren de distintas maneras. Moral es un término que proviene del latín mos-moris. “Inicialmente, el término latino mos significaba únicamente costumbre; pero más tarde se empleó también para traducir el significado griego de ethos, con el que se aludía a lo que hoy en día entendemos por ética” . A lo largo del tiempo se ha tenido una vinculación entre moral y ética, sin llegar a tener claridad sobre el real significado de cada uno de los términos. En algunos contextos la “ética se reserva para la aproximación social o filosófica, y moral se utiliza para la consideración religiosa; en otras ocasiones, ética indica el estudio sobre la justificación de la normas de comportamiento, mientras que moral se refiere a los códigos concretos del comportamiento humano” .

La moral es “la necesaria mediación práxica de la fe” y tiene como sustento el seguimiento histórico de Cristo. La moral se refiere a las costumbres de una comunidad y ética a la reflexión sobre lo moral, ya sea desde el campo de la filosofía o de la teología. Por tanto, la moral es el conjunto de hábitos, valores y pautas de acción que cada generación transmite a la siguiente porque constituye su manera de concebir la vida buena, y se vive y se aprende dentro de la tradición de cada comunidad y forma de vida. Detrás de la definición de ética está el convencimiento de que “al fin y al cabo, si la filosofía es la ciencia o el saber de la totalidad, la ética, en cuanto saber sobre lo bueno que ha de asumir el hombre por ser tal, entra de lleno en el universo de la filosofía” . Sin embargo, la ética es la actividad reflexiva que examina los criterios morales; supone la constitución de un saber que piensa el sentido del actuar concreto; y es una reflexión sistemática sobre el sentido y los problemas de las prácticas morales cotidianas.
Con lo dicho anteriormente, afirmamos que hablar del sujeto ético en cuanto cristiano y del sujeto cristiano en cuanto sujeto ético es la novedad de la misma dimensión ética que tiene al ser humano como aquel que vive su fe en la misma dimensión ética en la que las personas viven su humanidad. Aquí, ¿Qué es la teología moral? La teología moral parte de la compresión de la moral, y es la reflexión teológica sobre el hecho moral actual dentro de la pertinencia que exige la sociedad en la que vivimos, a la luz de una tradición de fe y a la luz de la tradición bíblica. Desde mediados del siglo XIX se dio un paulatino cambio de perspectiva que acentuó el carácter propiamente cristiano, evangélico, espiritual, de la reflexión y de la vida moral. Ya no se tiene el método casuístico, sino que la moral se consolidó a partir de algunos documentos, especialmente la constitución sobre “la Iglesia en el mundo de hoy”, Gaudium et Spes (GS). En este sentido, la Teología Moral, aunque es un apartado específico dentro de la teología, forma parte del sistema teológico general y tiene relación con las demás áreas de la teología, de las que se alimenta y a su vez enriquece. No obstante, no se debe quedar únicamente en el escenario de lo teológico sino que debe interactuar con las ciencias humanas, con las filosofías modernas y con la ética civil, de tal manera que se abran sus perspectivas para una mejor comprensión del comportamiento humano.

2.2 Teología Moral a la luz del Concilio Vaticano II

A partir del Concilio Vaticano II se originó un proceso profundamente renovador de la Teología Moral y de su metodología, y precisa: “Aplíquese un cuidado especial en perfeccionar la teología moral, cuya exposición científica, más nutrida de la doctrina de la Sagrada Escritura, explique la grandeza de la vocación de los fieles en Cristo, y la obligación que tienen de producir su fruto para la vida del mundo en la caridad” . La vocación, según el texto de Optatam Totius (OT), es vocación en Cristo. Entonces, la persona de Cristo es lo central en la reflexión moral. Por tanto, Vaticano II “exigiendo que la persona de Cristo sea el centro de la teología moral, quiere que se dé mucha más importancia a la plenitud e integridad de la relación entre el hombre que existe en Cristo y Dios” . En Jesucristo encontramos la norma suprema de la moralidad, así como la inspiración de fondo y la principal motivación para vivir en plenitud la propia dimensión moral, cuya meta última es, precisamente, la vida eterna en Cristo. Pero la vida moral, como respuesta a la vocación divina en Cristo, implica obligación de producir frutos para la vida del mundo en la caridad; es decir, los hombres y mujeres de la sociedad tienen la misión de dar razón de la fe y esperanza cristiana en un mundo que se encuentra en constantes cambios. De igual manera, la Iglesia debe estar comprometida a “impulsar la edificación de un mundo más justo y humano en el que pueda manifestarse de alguna manera el reino de Dios” .

Después del Concilio Vaticano II no hay justificación alguna para que los cristianos vivan su fe de manera intimista dando la espalda al mundo. Se trata de actuar en medio de una sociedad moderna que no solo hace referencia a todo el proceso de secularización sino que pretenden acabar al ser humano como sujeto de la historia. No es suficiente hacer unas cuantas consideraciones piadosas, ni analizar “casos” de moral a la luz de algunos principios previamente asumidos. El punto de partida es el seguimiento de Cristo Jesús en el que la persona se adhiere plenamente a la persona de Jesús, comparte su vida, su destino y participa de la obediencia libre y amorosa de la voluntad del Padre. “Seguimiento no significa sólo ser algo con Cristo, es seguir la misma suerte que él, y sobre todo tener con él comunidad de vida y de salvación” . Así, Cristo da la pauta de la moralidad de la vida entera que tiene como centro la moral en la caridad, en la cual los cristianos hallan la obligación de dar frutos; es decir, la responsabilidad que cada persona tiene hacia lo otro y los otros. Entonces, el actuar moral del ser humano, además de desarrollar los valores personales, compromete la responsabilidad ante Dios, ante el prójimo y la sociedad en que se vive, y sobre la que irradian no sólo las decisiones morales particulares, sino todo el ser moral y responsable de la persona en relación con el otro.

3. Base antropológica de la moral cristiana y seguimiento de Cristo

3.1 El sujeto de la moralidad

El ser humano es ético por naturaleza porque su vida toma la orientación que él le quiera dar a su existencia. “Nacemos sin estar hechos y la moral no es sino el estilo de vida que cada uno elige en coherencia con su propio proyecto. La revelación tiene una palabra iluminadora que nos explica cuál es el destino al que Dios nos invita” . La moral es la respuesta comprometida del cristiano a la llamada de Dios para vivir unas relaciones amistosas y fieles. Por eso, el ser humano aparece como eikon de Dios, hecho a su “semejanza”, como reflejo de la imagen del Padre . Esta semejanza exige no una imitación, sino una configuración con el modelo porque la moral cristiana no es la obediencia a un precepto o la sumisión a unos valores, sino la conformidad creciente con una Persona: Jesucristo. De esta manera, el cristiano es el hombre nuevo seguidor de Cristo. Por tanto, la moral cristiana brota de la naturaleza del hombre como de la Palabra revelada.

3.2 Vocación Cristiana al seguimiento de Cristo

El seguimiento de Jesucristo “es el fundamento esencial y original de la moral cristiana” , porque constituye la respuesta histórica al llamado de Jesús “ven y sígueme”. El seguimiento se entiende en términos de un diálogo interpersonal ya que no cosiste en la comunión con una idea o concepto, sino la relación con la persona de Jesucristo e implica “estar con” y “vivir según”, ya que de la relación con Jesús nace un estilo de vida que se expresa de manera auténtica y coherente .

El Vaticano II impulsó la visión cristocéntrica de la moral y la carta encíclica del Papa Juan Pablo II Veritatis Splendor en 1993 ratifica que “no se trata solamente de escuchar una enseñanza y de cumplir un mandamiento, sino de algo mucho más radical, adherirse a la persona misma de Jesús, compartir su vida y su destino, participar de su obediencia libre y amorosa a la voluntad del Padre” . Por eso, toda la encíclica gira en torno a Aquel que “solo es bueno” y le reconoce como principio y fundamento de la moral cristiana. La encíclica también definirá que el contenido de la Teología Moral no consiste tanto en estudiar principios y normas, sino en presentar la buena noticia del vivir cristiano, que es esencialmente gracia de Cristo muerto y resucitado y fruto del Espíritu.


4. Contenidos fundamentales de la moral

La moral cristiana, se fundamenta en Jesús y en su seguimiento. “El centro, norma y finalidad de la Teología Moral cristiana es Cristo. Cristo en persona es la verdadera y auténtica ley del cristiano, puesto que es Cristo su único Señor y Salvador. Por El y en El tenemos la ley de esta vida” . Entonces, el núcleo de la Teología Moral cristiana es el seguimiento de Jesús, y tiene como finalidad la construcción del Reino de Dios que es la orientación propia del comportamiento moral cristiano. El camino de seguimiento a Jesús no depende de la aceptación de contenidos de fe, sino “de la conducta que se adopte frente al prójimo, en especial, el más pobre” . Por tanto, la moral cristiana se refiere a los comportamientos humanos y en ello la ética permite concretizar la moral. ¿Cómo se da esto? Esto se da a partir de una actitud responsable y consciente que tiene el ser humano desde su condición de ser libre. En este sentido, una decisión responsable es fruto de la libertad humana como respuesta al proyecto de Dios sobre la humanidad.

No obstante, antes de precisar lo que implica la responsabilidad, es importante hablar sobre la conciencia moral, y para ello debemos remitirnos a Emanuel Kant quien sacó a la luz la problemática de la conciencia moral. Kant buscaba distinguir entre conciencia moral y juicio moral. Siguiendo la perspectiva kantiana, “la conciencia moral aparece como un tribunal interno, como el Dios presente dentro del hombre” ; pero el problema de este planteamiento es que lleva a un subjetivismo, más aún cuando se llega a afirmar que la conciencia moral es infalible, a diferencia del juicio moral. Así, en el ámbito del juicio moral, el sujeto corre el riesgo de equivocarse. Klaus Demmer precisa que el Magisterio de la Iglesia ha mostrado una preocupación por la formación de la conciencia, la cual es una tarea que ocupa toda la vida.

A este nivel, la Teología Moral toma el aporte de la psicología comprensiva y de la psicología humanista, representados en Piaget y Kohlberg, quienes rescatan el valor de la seguridad emocional como necesaria para lograr una conciencia moral madura y adulta que nos llevará a la propia responsabilidad . Entonces, desde la perspectiva de Demmer, dado que el cristiano se mueve en un contexto pluralista, se ve en la necesidad de vincular fe y acción que supone entender el sentido de las normas y exigir una obediencia inteligente; es decir, es importante que la formación de la conciencia se haga con sinceridad. ¿A qué nos debe llevar esto? A comprender que es necesario que la persona se atenga “a las normas insustituibles que le dicte su propia conciencia moral” . Lógicamente esto último supone reconocer que el cristiano tiene una responsabilidad con respecto al mundo, la cual se traduce en la construcción del bien común, donde es necesario que se dé una educación madura y adulta que ayude a entender que la libertad de conciencia no es sinónimo de vía libre para la arbitrariedad o para hacer lo que se me ocurra sin más.

La responsabilidad se expresa en la opción fundamental que realiza cada ser humano; es decir, “la persona debe decidir el significado último y definitivo que quiere darle a su vida y en función del cual nacerá un estilo determinado de conducta. La autodeterminación libre del ser humano se realiza primaria y principalmente en esta capacidad para elegir su proyecto y destino. Esto es lo que se ha llamado la opción fundamental” . Jesús no pide un cambio cuantitativo, sino cualitativo o formal; es decir, el seguimiento de Jesús está determinado por el Reino de Dios que llega con el mismo Jesús, y que invita a hombres y mujeres a tomar una opción fundamental que se plasma no en las actitudes morales que son disposiciones adquiridas que generan reacciones positivas y negativas en el transcurrir de la existencia; sino que, el seguimiento trata de imitar los mismos deseos de Jesucristo. De esta manera, la opción fundamental se remite al proceso de conversión que no es sólo voluntarismo. La vida del cristiano pasa por la conversión para acoger y comprometerse con el proyecto de Jesús que es el proyecto del Padre, «porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me ha enviado» (Jn 6, 38) mediante el don del Espíritu .

La opción fundamental acontece en la medida en que la persona hace una opción por el amor cristiano y se verifica en la relación con los demás; es decir, quien opta por el otro está optando por Cristo y por su propuesta existencial. No obstante, la opción fundamental se puede manifestar en sentido contrario, negativo que es la opción por el no otro, la cerrazón en sí mismo, la negación de la gratuidad y la envidia que conduce a la violencia. Con René Girard se afirma que las formas de imitar a los otros llevan a la violencia, porque los seres humanos siempre se imitan unos a otros deseando lo que el otro desea; es decir, se pasa de desear lo que el otro desea, de considerar al otro como modelo a verlo como un rival y obstáculo para lograr el cumplimiento de sus deseos .

Esto se diferencia y aleja del seguimiento de Jesús que trata de imitar los mismos deseos de Jesús que es el Reino de Dios con los que mas sufren, los más débiles, los que viven las injusticias, etc. Por tanto, la opción fundamental se tiene en términos de elección de una disposición para ser transformado desde lo más íntimo de la propia subjetividad: los deseos. Es una disposición espiritual y de discernimiento permanente en la existencia humana que permite experimentar al otro. A este nivel, se está en el orden de lo existencial en donde la radicalidad de la experiencia no se fundamenta en el conocimiento ni en la contemplación, sino que aparece como deseo insaciable más allá de toda necesidad. Aquí, el verdadero deseo, es aquel en que lo deseado no llena sino que ahonda el deseo.

En este sentido a partir del Concilio Vaticano II se plantea que, la Iglesia ha considerado siempre como norma suprema de su fe la Sagrada Escritura unida a la tradición, ya que, inspirada por Dios y escrita de una vez para siempre, nos trasmite inmutablemente la palabra misma de Dios; y en las palabras de los apóstoles y profetas hace resonar la voz del Espíritu Santo (…) La teología se apoya, como cimiento perdurable, en la Sagrada Escritura unida a la tradición; así se mantiene firme y recobra su juventud, investigando a la luz de la fe la verdad escondida en el misterio de Cristo. La Sagrada Escritura contiene la palabra de Dios y en cuanto inspirada es realmente palabra de Dios; por eso la Escritura debe ser el alma de la teología .

El seguimiento de Cristo es inconcebible sin la idea de la responsabilidad porque los seres humanos estamos invitados a ser solidarios y responsables del Reino de Cristo. De esta manera, “la moral cristiana culmina en la viviente comunión del hombre con Dios, en la relación creada por la palabra de Dios y la respuesta del hombre: en la responsabilidad” . Y en Cristo, la vida moral alcanza el valor de una respuesta a Dios. Respuesta que implica a la persona a la praxis coherente o a la negación. Es aquí que se hace necesario del discernimiento moral que permitirá visualizar que las situaciones de injusticia, insolidaridad y de pecado son una mímesis negativa que producen exclusión y destrucción del otro. Se trata del pecado como deseo personal, pero a la vez –al mismo tiempo- es el fenómeno social de la imitación de la injusticia o de la violencia. Por ello, afirma el Concilio Vaticano II: “la profunda y rápida transformación de la vida exige con suma urgencia que no haya nadie que, por despreocupación frente a la realidad o por pura vivencia, se conforme con una ética meramente individualista” .

5. A modo de conclusión

El reto más grande para la moral de hoy es que la moral aunque es humana y religiosa, debe superar el carácter autoritario y heterónomo que tiende a un comportamiento infantil; y se crezca hacía una autonomía adulta que conozca las razones de su actuación. En este aspecto las ciencias humanas –psicología, sociología, antropología-, han ayudado y ayudarán a describir el mundo de las motivaciones interesadas ocultas en el interior y el camino hacia una actuación más consciente y por ende más autónoma y madura.

En el juicio personal de valor el reto es de vivir en un equilibrio, para no ir al extremo del legalismo exagerado, donde solamente se aplica la ley a la realidad o por el contrario vivir un subjetivismo que niega la objetividad de los valores apoyándose únicamente en la propia decisión. Se deben armonizar ambas dimensiones, la personal y la objetiva -en este punto el magisterio de la Iglesia, como orientador y no impositor, tiene una especial importancia -.

Estas reflexiones nos llevan a concluir que lo más importante no es que el individuo sea bueno cumpliendo unas determinadas normas de comportamiento que hasta podrían darse en animales domesticados. La educación moral debe orientarse a lo largo de todo un proceso evolutivo hacia la conducta autónoma, madura, y en el creyente con un anexo de cristocentrismo, pues su referente es Cristo, su vida y evangelio. La moral cristiana en ningún caso debe estar reñida con la autonomía del adulto creyente, antes bien debe ser una orientación, y no un obstáculo hacia esa meta de autenticidad y autonomía desde el seguimiento de Cristo .

BIBLIOGRAFIA

ALARCOS MARTINEZ, Francisco José. La moral cristiana como propuesta. San Pablo: Madrid 2004.
CONCILIO VATICANO II. Gaudium et Spes No.62. BAC: Madrid 1965.
CONCILIO VATICANO II, Optatam Totius. No.16. BAC: Madrid 1965.
CONCILIO VATICANO II, Dei Verbum, No.21, 24. BAC: Madrid 1965.
DEMMER, Klaus. La orientación decisiva: la teología de la conciencia moral. En: Introducción a la Teología Moral. Verbo Divino: Navarra 1994.
GIRARD, René. Violence and the sacred. Baltimore: The Jonhs Hopkins University Press 1979.
GUTIÉRREZ CUERVO, Rafael, SJ. Cristología y Moral. El seguimiento de Jesucristo como compromiso con la justicia. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana 2004.
FUCHS, Joseph, SJ. La moral y la teología moral postconciliar. Herder: Barcelona 1969.
HARING, Bernard. La ley de Cristo. T. I. Herder: Barcelona 1961.
JUAN PABLO II. Veritatis Splendor N° 19. Mexico: Paulinas 1993.
LOPEZ, Azpitarte, Eduardo. Fundamentación de la ética cristiana. Madrid: Paulinas 1991.
MIFSUD, Tony, SJ. Moral Fundamental. Bogota: CELAM 1996.
VIDAL, Marciano. Diccionario de ética teológica. Verbo Divino: Navarra 1991.
VIDAL, Marciano. Moral de actitudes. Moral fundamental. T.I. Madrid: Editorial P.S. 1981.



HAGAMOS UN ACERCAMIENTO AL EL EVANGELIO SEGÚN LUCAS

Introducción

Evangelio según San Lucas es el evangelio más largo y sin embargo, es sólo la mitad de la gran obra lucana, puesto que originalmente estaba unido a los Hechos como primera parte de una obra en dos volúmenes (Lucas-Hechos), cuya amplitud es mayor que un 25% del Nuevo Testamento.
La obra comprende dos libros. El primero describe la vida de Jesús y el segundo la expansión de la Buena Nueva, a partir de la actividad de los testigos principales. Su dedicatoria al estilo helenístico, a un personaje de cierta dignidad llamado Teófilo.
La referencia al “primer tratado” (si Comparemos Lucas 1:1-4 con Hechos 1:1), son evidencia incontestable de la unidad entre ambos escritos

Fecha de composición.

Basándonos de san Marcos es más que probable que Lucas usa materiales del Evangelio de Marcos, lo que nos obliga a una datación posterior a los años 60-75 d.C., por ello es imposible para Lucas una fecha anterior a los 80.ni tampoco fue después del año 100 d.C. Para conservar la posibilidad de que el autor fuera compañero de Pablo, la mejor datación podría ser el año 85 d.C. En conjunto, todos los indicios nos hacen apuntar a un lapso temporal entre los años 80 y 100

Autor
El prologo de Lc, es el único evangelio que, aunque no nos dice nada acerca del nombre del autor, nos da informaciones acerca de la formación de la obra en el prólogo
(Lc1:1-4).
La información de este prólogo nos indica que:
 El autor no fue testigo presencial de los sucesos que narra.
 Su obra no es la primera del género.
 El autor utiliza las informaciones recibidas por tradición.
La más antigua tradición cristiana (Justino, el llamado prologo antimarcionita a lc; D. de Bruyne, R. Ben 40, 1928, 193ss el fragmento de Muratori, Ireneo etc.) confirma unánimemente que Lucas es el autor del tercer evangelio.
“En un parte Lucas es el que tiene mucho afinidad con Pablo en cuanto coincidencias verbales. Encontramos en (Lucas 84 palabras comunes con Pablo Mt 29, Mc 20, Jn 17)
Como pablo Lc llama a Jesús señor; esa acentúa el universalismo del mensaje de salud, Igualdad de Judíos y gentiles, la vocación de los gentiles después de la reprobación de los judíos.”

Sus escritos revelan una cuidada formación cultural, unas dotes literarias muy al estilo
griego, así como una mentalidad y categorías helenísticas, lo que nos hace suponer que
no fue educado como judío. Quizás sus abundantes conocimientos del A.T., puedan sugerir que fue un converso al judaísmo antes de hacerse cristiano.





Destinatarios.
El evangelio de san Lc. Aparece dirigido a un tal Teófilo (1:3), el que no sabemos mucho de el. El prologo 1:1-4 Justifica la obra, que ha sido escrita para afirmar la fe de los creyentes.

Pero sin duda a través del escrito se dirigía a un público más amplio: los cristianos de origen principalmente pagano procedentes de la gentilidad. Podemos entender el marcado interés universalista de este evangelio en esta manera:
o Genealogía de Jesús hasta Adán (3:23-27).
o Afirmaciones como los que encontramos en (2:31-32) y 3:6 adición propia de Lc.
o Hay algunos omisiones diversos elementos típica de los Judíos como la discusión sobre la pureza ritual (MC. 7:1-23). Y el episodio de la mujer siro-fencia (MC.7:24-30).

El prologo nos informa sobre la intención del autor. Lc no se da por satisfecho con los distintos intensos (1,2) que muchos testigos no oculares. (No por tanto, mt) han hecho para componer una narración de la cosas acontecidas entre nosotros, Su fin pues de examinarlas escrupulosamente desde su origen Lucas quiere demostrar que la tradición oral sobre Jesús es segura.

La tradición externa indica que Lucas el evangelista era natural de Antioquia pero nada nos dice de en donde y para quiénes fue escrito, este tratado en dos tomos.
Por otro lado, la tradición de que el autor era compañero de Pablo, sugiere que Lucas-Hechos pudo tener como destinatarios, a aquellas iglesias procedentes de las misiones paulinas y de sus colaboradores.

lectores gentiles
Las últimas líneas del libro de los Hechos, indican que el futuro del evangelio está entre
los gentiles, no entre los judíos, por tanto sería extraño que esta obra estuviese dirigida
a lectores mayoritariamente judeocristianos. Hechos 28:25-28.

Rasgos helenisticos
En el estilo de Lucas hay rasgos destinados a hacer agradable y comprensible el
evangelio al mundo pagano, tales como:
a) Los Relatos de la Infancia
El hecho de colocar al principio de su obra, una narración de la infancia y
juventud de Jesús, nos trae a ver los rasgos helenisticas.
b) Simposio de Sabios.
Se han establecido también interesantes comparaciones de las enseñanzas de
Jesús durante un banquete (Lucas 14:7-24), a las de los sabios griegos en un simposio.
c) Las Emociones de Jesús.
Se debe resaltar, la resistencia a dibujar a Jesús como sufriente durante la
pasión cuadra con la renuencia del helenismo a pintar las emociones.

Como conclusión a todos los indicios, debemos decir que los destinatarios eran creyentes o paganos interesados en el cristianismo, ubicados en una zona preferentemente gentil y que han sido objeto del ministerio de los viajes misioneros de Pablo de sus ayudantes
finalidad.

- Para el servicio de la comunidad cristiana; por ello editado como obra anónima.
- Mostrar la importancia del presente como acontecer histórico y momento de la historia de la Salvación-Revelación.
- Dar testimonio de que la Salvación es Universal, destinada a judíos y gentiles: …en Jesucristo ha aparecido realmente el Salvador del mundo, es el redentor de Judíos y paganos.

El valor del evangelio de Lucas no depende del nombre de su redactor ni de la posibilidad de identificarlo exactamente. Tampoco es una cuestión vital para su interpretación. El Valor del evangelio de Lucas y de los demás evangelios depende en última instancia del hecho de ser consignación y testimonio vital de la vida de fe de la Iglesia del Siglo I, a través de la cual llegamos a Cristo.

La estructura del evangelio de san lucas

Es difícil descubrir criterios formales claros para la disposición de la materia en pero acudimos al contenido del evangelio que nos guía a navegar a los indicios topográficos, concepciones teológica general. El esquema general sería este:
1. Relatos de la infancia (1:1 – 2:52).
2. Misión de Juan Bautista (3:1 - 20).
3. Predicación inicial de Jesús (3:21 – 9:50).
4. Viaje de Jesús a Jerusalén (9:51 – 19:28).
5. Jesús en Jerusalén (19:29 – 24:53).
• Enseñanza de Jesús en el Templo (19:29 – 21:38).
• Pasión de Jesús (22:1 -23:56).
• Resurrección de Jesús (24:1 – 53)

Indicios geográficos: en Lucas Jerusalén aparece como marco Principal de referencia. El evangelio empieza en Jerusalén (1:55 ss) y termina en Jerusalén (24:52-53).
(Interesante que Lc no habla de apariciones del resucitado en Galilea).
Toda la sección de la infancia (Lc 1-2) tiene como centro a Jerusalén. La última sección (19:29-24:53) se sitúa toda también en Jerusalén. La actividad de Juan bautista se desarrolla en la “región del Jordán”, lugar en que Jesús no actúa.
Lucas no menciona los viajes de Jesús en las regiones de Tiro y Sidón y Decápolis.

Hay separación de la actividad de Juan Bautista de la actividad de Jesús. Él reúne en una sección (3:1-20) las noticias referentes a la actividad de Juan Bautista. Lucas no menciona explícitamente la intervención de Juan en el Bautismo de Jesús (3:21-22). Para Lucas la ley y los profetas llegan hasta Juan (16:16), después viene al anuncio del reinado de Dios.

La actividad de Jesús comienzan 3:21 (en 3:21 se menciona expresamente el “comienzo”). Por eso se coloca en 3:23-38 la genealogía de Jesús.


El texto
Fue escrita originariamente en griego y ha llegado hasta nosotros en dos tipos de texto; uno conocido como Alejandrino, hesiguiano o neutro que es comúnmente aceptado, y el otro conocido como occidental.
En el evangelio, el texto alejandrino está representado entre otros testigos, por papiros
P4, P45 y especialmente por el P75, todos ellos del siglo III.
El texto occidental ofrece un texto caracterizado por adiciones, omisiones, y cambios que explican el texto, lo suavizan o lo armonizan con los otros sinópticos y a veces le dan un carácter antijudío. En general, la crítica textual considera este texto como secundario, aunque en casos concretos puede contener lecturas de más valor que el alejandrino.
Existe un tercer tipo de texto, el llamado koiné o textus receptus, que tiene poco valor.
Las actuales ediciones criticas manuales se hacen fundamentalmente a base del texto alejandrino, suprimen como no auténticos 9:55b-56a ; 23:17 y se duda la autencidad de 22:43-44 ; 23:34 y de las llamadas ‘no interpolaciones occidentales.’ Es decir, una serie de lugares que no aparecen en el texto occidental, como 22:19b-20 ; 24: 3. 6a. 12. 36b. 40. 51b. 52a
El estado actual de la cuestión puede comprobarse en la tercera edición del The Greek New Testament que duda seriamente de 22:43-44 y 23:34, dando el texto entre corchetes, y admite la autencidad de las ‘no interpolaciones occidentales’ apoyado en la autencidad de P75.
Contenido
Tiene un carácter narrativo.
La narración consta aproximadamente de 19,404 palabras, que forman 146 unidades narrativas, según los diferentes contenidos y divisiones de las adiciones criticas. Es así la obra más extensa del todo N.T. y, consiguientemente, la más larga de los cuatro evangelios.
Lengua.
Desde la época patristica, se considera el griego de Lucas (junto al de Hebreos), como el más cuidado y elegante de todo el N.T. Emplea una corrección literaria la koiné, de forma superior al uso vulgar del pueblo y de muchos escritos bíblicos. Pero lo hace sin llegar a ser clasicista o aticista.
Emplea diversos tipos de griego ej. Literario aticista del prologo, el semitizante de la infancia, el corriente en el resto del evangelio, etc.
Esta diversidad de estilos ha sido causa de su acusación de versatilidad e inconstancia aunque su interés es un intento de acomodar la lengua a la materia narrada.
Vocabulario
En general, emplea un vocabulario abundante y cuidado, cuya calidad general es aceptable. Podemos mencionar dos asuntos: Primero, usa una serie de palabras con sentido técnico cristiano como; camino, creyente, naciones (=pagano), evangelizar, señor (=Jesús), palabra, etc. Segundo, el vocabulario Lucano no tiene nada técnico en el campo de la medicina técnica, como afirmaron algunos autores para confirmar su profesión medica. No se puede hablar de una terminología médica técnica en esta época y también que los ejemplos aducidos son términos de uso general.
Gramática
La gramática Lucana es rica, empleando una serie de recursos no usados por los otros autores del N.T. entre ellos, el uso optativo.
El prólogo del evangelio (Lc. 1: 1-4) muestra que el autor conocía bien el griego literario y lo podía utilizar cuando quería. Sin embargo, el resto del evangelio no está escrito en ese nivel Literario ni con ese estilo.
Podemos señalar algunas características en este evangelio.

 Usa un griego preciso que en Mc, con variedad en las conjunciones copulativa (kai = y, de= y, pero).y no utiliza algunos términos populares de Mc, ara sustituirlos por vocablos mas clásicos. El vocabulario de Lc es el más rico de todos los evangelios.
 El estilo de Lc puede considerarse intermedio entre el de Mc(Pintoresco, popular) y el de Mt.( conciso, grave). Actúa como el equilibrio y armonía.
 Utilizo el griego más fino o mejor dicho más elegante; conocido sobre todo por la traducción griega de A.T. (setenta).
Estilo
Lucas constituye un estilo que es el mejor del N.T. (aunque se manifiesta mejor en los Hechos que en el evangelio). Siendo una obra no de una estilista sino la de un pastor, para Lucas, la lengua está al servicio de la fe y sólo teniendo en cuenta ésta, pueden explicarse adecuadamente todos los recursos de su estilo.
Lucas conoce los recursos estilísticos semitas y helenistas y domina las técnicas que ayudan a una presentación viva de los materiales como las que facilitan una adecuada composición de ellos. En cuanto a los semitas, emplea escenas como 4:16-30, 5:1-11, 9:51-55, etc.
Son frecuentes las metáforas, el estilo directo, los discursos, los sumarios y los coros. Ofrece rasgos psicológicos que evocan de forma maestra la presencia de lo divino. Presenta la transfiguración de Jesús como una transfiguración de su rostro mientras oraba (9:28), en el huerto de los olivos Jesús en oración experimenta un cambarte interno para aceptar la voluntad del padre que le hace sudar como gotas de sangre (22:44).
En cuanto a la composición de los materiales, los une estrechamente, formando con todos ellos un todo coherente. Además, evita formar bloques ininterrumpidos demasiado grandes, cuya lectura cansaría al lector.
En general, suele respetar el contenido y el orden interno de los materiales que le ofrece su fuente, pero reelabora ampliamente las introducciones, y las conclusiones de las perícopas.

Teologico
i) Se distingue de los otros sinópticos por su tendencia a acentuar pormenores que en Mt y
Mc solo están insinuados.
Universalismo de su evangelio: Ej.
• Cántico de los Ángeles (2,14)
• Reprobación de los hijos de Abraham (3,7-10)
• Genealogía de Jesús partiendo de Adán (3,23ss)
ii) Lucas encarece sobre todo, la bondad y misericordia de Jesús
(7,36-50) muestra de amor a la pecadora;
(15,11-32) parábola del hijo prodigo
(18,10-14) parábola del fariseo y publicano
(19,1-10) vocación de Zaqueo
(23,42) promesa del paraíso al buen ladrón
iii) El gozo por aparición de la salud mesiánica 1,46ss y por las palabras y milagros de Jesús (10,17; 17,15; 18,43; 24,53).
La acentuada intervención del Espíritu de Dios en la vida de Jesús y de sus
Discípulos (1,3; 3,22; 4,1; 10,21)

Jesus en Lucas
Lucas no conoció personalmente a Jesús. El Jesús que descubrió es el Señor glorificado que se manifestó a su maestro Pablo en el camino de Damasco.
El Señor Jesús: Lucas es el único que llama a Jesús el Señor, cuando habla de él.
• La gloria pascual irradia en su vida terrena. Esa gloria lo rodea desde nacimiento (2,9-32).
La transfiguración no es tanto una anticipación de la futura como en Mt- Mc, como
Manifestación de la que ya posee desde su concepción al haber nacido
del Espíritu(9,32).
• La gloria que manifestara como Hijo del hombre es la suya 9,26; comparad con Mt 16,27 y Mc 8,26. Todos le glorifican (4,15), siendo así que solo se glorifica a Dios.
• Jesús es rey; Lc menciona 6 ocasiones (1,32-33; 19,12s. 28s.; 22,28s.67s.; 23,40s.)
El espíritu de Jesús: El Espíritu de Dios ha penetrado hasta tal punto en Jesús que puede llamarlo su Espíritu.
• Jesús es concebido por poder de Espíritu (1,35); el Espíritu se manifiesta en el bautismo (3,22), conduce a Jesús al desierto (4,1), lo penetra para hacerlo portador de la buena nueva (4,14.18). En él salta de gozo Jesús.
El Profeta: Jesús es el profeta encargado de revelar a Dios (16-39; 24.19); su muerte es la de un profeta (13,33)
• El rostro de Dios que Jesús revela es ante todo el del cariño del Padre a los hombres. El pasaje principal en que Lc presenta a Jesús como profeta (7,11-50) termina con el perdón de la pecadora. Ese amor entrañable del Padre (15,209 lo siente también Jesús (7,13) y debe sentirlo igualmente el discípulo (10,33).
• La venida de Jesús es la visita de Dios. Esa visita, que en los profetas era anuncio del juicio, es en Lc buena nueva de salvación, año de gracia (4, 19; 1,68.78; 7,16; 19,44).
• Con su actitud Jesús hace posible ese amor del Padre: es el amigo de publícanos y pecadores (7,34).
Es salvador, que libera de Satanás que ocupa los corazones y del mal
que tormenta los cuerpos.
• Jesús es el amigo de pecadores, porque estos necesitan de Dios lo mismo que el enfermo del medico (5,31), pero sobre todo porque Dios necesita de ellos para mostrar su perdón.
• Siente una gran predilección por las mujeres, despreciadas (Maria Magdalena, Marta y Maria, las mujeres que le acompañan…)

El hombre ante Dios. Jesús es también plenamente hombre.
• Vive tan perfectamente lo que anuncia que es el modelo del hombre realizando, transfigurado por el Espíritu, que vive en manos del Padre: su primera y su última palabra son para nombrar al Padre (2,49; 23,46)
• Vive sin cesar en presencia del Padre y su oración lo manifiesta: en ella es donde recibe sus grandes revelaciones (bautismo, transfiguración), pasa las noches orando (5,16, 12; 9,28) y sus discípulos quedan tan impresionados que querían también ellos introducirse en el secreto de esa relación con Dios (el Padre nuestro)

las parábolas en san lucas

El evangelista Lucas introduce en su escrito el gran viaje de Jesús hacia Jerusalén (Lc 9, 51- 19, 28), durante el que narra unas 20 parábolas, dispuestas en forma de círculos concéntricos, de modo que destacan el aspecto más importante, es decir el capítulo 15 (Las tres parábolas de la misericordia: la oveja perdida, la dracma perdida, el hijo perdido y el hijo fiel:”el hijo pródigo”, que constituye una especie de anuncio (Buena nueva), dentro del anuncio y que narra la explosión de alegría que provoca por tres veces el binomio “perdido-encontrado”. Junto a este capítulo central los capítulos anteriores y posteriores (14 y 16) subrayan la invitación divina al gran banquete: 14: Curación de un hidrópico en sábado, elección de asientos, elección de invitados, los invitados se excusan, renuncia a todo lo que se ama, renuncia a los bienes, no perder la eficacia (sabor); 16: el administrador infiel, buen uso de las riquezas, contra los fariseos, amigos de las riquezas, al asalto del reino, perennidad de la ley, indisolubilidad del matrimonio, el rico malo y Lázaro el pobre.

Los capítulos 14 y 16 subrayan la invitación divina al gran banquete, el cual no se puede rechazar y debe ser acogida con decisión de modo irrevocable y debe haber misericordia con los hermanos. En el círculo más alejado, la certeza de la venida del Señor induce a cambiar de vida mediante el relato del rico insensato (12, 16-21) o de la higuera que no da fruto (13,7), para evitar el juicio y la condena, como sugieren las parábolas del fariseo y el publicano (18, 9-14) y la de las monedas –minas- (19, 11-27).
El autor Benito Marconcini escribe respecto a la intencionalidad de Lucas respecto a las parábolas: “En Lucas, las parábolas revelan, en definitiva la benevolencia del Padre, que se manifiesta en la actitud que Jesús tiene para con los pobres y los pecadores, mediante la paciencia a la hora de esperar el momento de la conversión y la disponibilidad para el perdón incondicional”. Esta idea nos muestra a Lucas como un evangelista que, por medio de narraciones de una realidad conocida y que tratan de llevar a una realidad desconocida , anuncia la bondad de Dios y que su prueba se realiza en el hijo, en Jesús, el cual es espera y quiere nuestra conversión para dar su infinita misericordia.

Lucas por medio de las narraciones y especialmente por la parábola del hijo pródigo (Lc 15, 11-32) revela a un Dios bueno, que sorprende y se anticipa, que es capaz de conmoverse hasta las entrañas, embargado por la alegría hasta el punto que ni siquiera escucha la confesión de su hijo (he pecado contra el cielo y contra ti), preocupado, como está, solo de hacerle entender que sigue siendo un hijo suyo, como siempre, y que esa casa sigue siendo su casa. Es un padre que no deja de amar a su hijo que se ha alejado, sino que continua esperándolo. Lo que le en trastese es que el hijo esté lejos y que atraviesa dificultades. De ese modo cuando el hijo vuelve, el padre lo divisa desde lejos y sale corriendo a su encuentro (15, 20). No hay ninguna protesta, ningún reproche, sino solo una gran conmoción y una alegría incontenible . (La exégesis de esta parábola se realizará en la segunda parte de este trabajo).

Marcos parte de la comprensión que la iglesia tiene de su tiempo respecto a las parábolas, el remonta hasta Jesús, misión, doctrina, su novedad. Mateo arranca del acontecimiento cristológico para responder a las preguntas que plantea su comunidad acerca del perdón, la parusía, el valor del tiempo presente Y en definitiva Lucas se detiene en la existencia cristiana como reflejo y transparencia de la novedad de Jesús, es en el día a día donde hay que vivir la radicalidad evangélica , eficazmente iluminadas por las parábolas especialmente por aquellas que se refieren al peligro de la riqueza y el valor de la pobreza, como lugar de la presencia de Cristo
Tanta riqueza no se a descubierto de modo inmediato; es más, se ha necesitado mucho tiempo y continuas discusiones sobre el sentido de su interpretación.

INTERPRETACIÓN:

LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO

CITA BÍBLICA DEL HIJO PRÓDIGO

Lc 15, 11-32
15,11 Dijo: Un hombre tenía dos hijos; 15,12 y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda.
15,13 Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. 15,14 Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15,15 Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. 15,16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. 15,17 Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! 15,18 Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. 15,19 Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." 15,20 Y, levantándose, partió hacia su padre. Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente15,21 El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." 15,22 Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. 15,23 Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, 15,24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta. 15,25 Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; 15,26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 15,27 El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." 15,28 El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. 15,29 Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; 15,30 y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!" 15,31 Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; 15,31 Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; 15,32 pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."

Estructura: Consta de dos partes principales subdivididas en secciones y secuencias:
Introducción del evangelista. (Lc 15, 11a)
Introducción a la historia. (Lc 15, 11b)
1. La historia del hijo menor:
A. Alejamiento, degradación:
- El hijo menor se aleja de su padre (Lc. 15, 12)
- El proceso de perdición (Lc 15, 13).
- Consecuencias de su conducta (Lc 15, 14-16).
B. Regreso y reencuentro: (Lc 15, 17-19)
- Decisión de regresar (Lc 15, 17-19)
- Regreso (Lc 15, 20ª)
-Acogida del padre (15, 20b -24)
2. La reacción del Hijo mayor (interpretación de la historia anterior):
-el Hijo mayor se entera de lo sucedido, su reacción (Lc 15, 25-28ª).
- Diálogo entre el padre y el hijo. (Lc 28b-32).

Explicación:
• Lo que se pierde es caracterizado de menos valor, es el hijo menor.
• El hijo mayor es el que tiene los mejores privilegios.
• Alejamiento degradación. No se da ninguna explicación del porque el hijo menor pide la herencia de su padre, lo que busca es independizarse, lo que se percibe son los problemas en las relaciones personales.
• El proceso de perdición: el hijo: Reunió (todo), se marchó, malgastó. El viaje describe el alejamiento de la casa paterna.
• Derrocha su fortuna (representa los derechos de hijo) (a esto es lo que se refiere la palabra pródigo)= está en contraste con la reunión.
• Consecuencia de su conducta: en vez de tener los privilegios de un hijo se ve obligado a trabajar en un oficio degradante para un judío, pero este oficio no le permite saciar el hambre. Las algarrobas se comían en caso de necesidad.
• Regreso y reencuentro: La iniciativa no parte del padre sino del hijo(diferencia con las otras parábolas, dracma perdida, la oveja perdida): hay 3 circustancias que lo hacen recapacitar:
Los jornaleros-------el Hijo.
Yo aquí---------ellos cerca del padre.
Yo me muero de hambre -------ellos tienen pan en abundancia.

Lo material lo ayuda a reconocer su filiación.

• Término “me levantaré” Es un hebraísmo para indicar el comienzo e una acción(puede tener sentido metafórico para indicar el levantarse del estado de postración y miseria en que se encuentra).aparece el padre, desde lejos lo divisa como si lo estuviera esperando diariamente, el padre lo trata como hijo, ya lo ha perdonado. el hijo inicia la confesión pero no la termina por la cogida del padre.
• Se restablece el vínculo de hijo(el anillo, el vestido y el calzado (es signo de libertad, el puede volver a irse, lo acoge pero no lo esclaviza ).
• El banquete realizado es signo e abundancia y expresión de alegría y fiesta.
• El hijo tiene mucho más de lo que se hubiera atrevido a pedir.

2. La reacción del hijo mayor:
• La reacción del hijo mayor es una reinterpretación a la historia anterior. Se confronta la narración anterior con la no alegría del hijo mayor.
• El hijo mayor no aprueba la actitud del padre y no quiere reconocer al otro como hermano.
• El padre quiere implantar la comunión con sus hijos.
• El hijo mayor ha vivido al padre como experiencia servil y no como amor.
• El hermano mayor se refiere al hermano menor, hablando con el padre como “hijo tuyo”.
• Hay que celebrar el regreso del hijo.
• Utiliza el padre la expresión “este hermano tuyo”: esto significa que los quiere en comunión, los quiere como hijos y le pide aceptación al hijo mayor.


DINAMICA DEL TEXTO

Hay cuatro elementos fundamentales:

1. Relación Padre hijo:
• Habla sobre la relación personal
• El hijo mayor no comparte la actitud del padre

2. Cercanía – lejanía
• Cercanía inconsciente
• Se valora la cercanía cuando se pierde
• La cercanía se restablece con expresiones de amor del Padre

3. Los bienes:
• La cercanía tiene como consecuencia participar del los bienes del Padre
• El hijo mayor no se da cuenta de lo que tiene y antes reprocha por no tener bienes

4. Alegría:
• Encontrar lo perdido es motivo de alegría, pero esa alegría no es sólo para el dueño, sino que se comparte con los demás.

ORIGEN Y SITUACIÓN DE LA PARÁBOLA

Esta parábola quiere dar a entender:
• La alegría de Dios por la conversión de los pecadores
• La actitud del Padre y los dos hijos están escogidos para simbolizar la actitud de Dios y los hombres

No hay indicios de una tradición anterior a Lucas, puesto que solo se encuentra en este evangelio. Aunque ha habido algunas voces discordantes, que atribuyen la parábola al mismo Lucas, la mayoría de los autores reconocen esta parábola a Jesús.
La reunión de las tres parábolas parece ser obra de Lucas. Es posible que él las haya recibido como tradiciones en parte al menos independiente. La introducción (Lc 12, 1-2) es claramente de Lucas, pero la situación aludida aparece atestiguada en otras partes de Lucas y de otros evangelios (Mc 2, 13-17; Lc %, 27-32)Esta escena corresponde a una actitud histórica de Jesús : su actitud respecto a los pecadores y la crítica de los escribas y fariseos. Es difícil pensar una situación más propia para esta parábola. Para responder a esas críticas nada mejor que esa parábola.


ALCANCE CRISTOLOGICO DE ESTA PARÁBOLA

Las tres parábolas de Lucas 15 tienen una importancia cristológica considerable. En ellas no se habla solamente del amor de Dios, que quiere la vida, la salvación de los hombres y en especial de los pecadores. Este es un tema tradicional en la predicación de los profetas (Ez 33, 11). Los fariseos critican a Jesús por su actitud con los pecadores. Jesús responde con unas parábolas que hablan del amor misericordioso de Dios, porque él viene a anunciar y hacer presente el amor de Dios. El mismo es la encarnación del amor de Dios. Es lo mismo que se enseña en el relato sobre el perdón y curación del paralítico, nadie puede perdonar pecados fuera de Dios, pero Jesús viene a anunciar y a hacer presente ese amor de Dios. Esto era algo nuevo, que los fariseos no estaban dispuestos a aceptar. La parábola tiene un doble valor simbólico, por un aparte el padre que acoge a su hijo perdido sin desechar al otro, es símbolo de Dios que abre sus brazos a todos y por otra lado Jesús es el símbolo por excelencia de Dios, en le cual Dios se hace presente, se revela y se nos comunica.























BIBLIOGRAFIA

BROWN, RAYMOND E. Introducción al Nuevo Testamento. Madrid, ed. Trotta, 2002


FITZMYER, J. El evangelio según Lucas, vol.3, , Madrid, ed. Cristiandad, 2005

MARCONCINI, Benito. Los Sinópticos, formación, redacción, teología. San Pablo, Madrid.1998

SCHMID, J. El Evangelio según San Lucas. Bacelona, Ed Herder, 1968

VALDIVIESO ORTIZ, Pedro SJ., Introducción a los Evangelios, Colección teología Hoy, Edit. CEJA, Bogotá, 1995.